viernes, 29 de abril de 2016

En ninguna parte. (3)

 [Cerebro de Theb]

     Ya son las dos de la mañana, no hemos encontrado a Aliena, al final White ha salido a buscarla conmigo. No hemos hablado en todo el tiempo, pero si nos hemos ayudado mutuamente a matar henos. Es más fácil llamarlos así.
     Parece que la estancia en este sitio será prolongada por lo visto. White ha sacado toda la comida del coche y la ha dispuesto sobre la mesa de la cocina, yo solo me he sentado en un pequeño sillón frente a la chimenea, la cual he encendido.
     Estoy mirando la mochila de Aliena con nostalgia, creo que la echo de menos, o será el hecho de que no voy a poder entregarla en Alemania. Sea como sea, la tengo al lado, pero no consigo abrirla.
     White me ofrece comida y se va al piso de arriba, donde supongo estará su habitación o algo parecido. No tengo intención de moverme por si escucho cualquier ruido fuera. Me avergüenzo de no poder estar ahí buscándola. Pero físicamente no estoy del todo recuperado.

     Son las cinco, solo hay un silencio inquietante más allá del cristal, dentro el crujido de las brasas. Solo puedo pensar en ella. Aún faltan horas para que amanezca, quiero salir ya, y sé que es un suicidio, pero ella tiene que estar en peores condiciones, me duele solo pensarlo.
     Dentro de la mochila me encuentro con sus dichosos cuadernos, no puedo resistirme a abrir uno de ellos. No me había dado cuenta que estabamos casi en Julio, siento una punzada en el estómago, no debería estar leyendo esto, pero el hacerlo me está descubriendo que esta chica no es Aliena o realmente se le ha borrado la memoria, no sabe nada de nada, sea como sea, no es para nada la descripción psicológica de los informes. Aunque las fotos y los videos si lo sea; hay muchos datos que no me cuadran, como llego a España tan rápido y como se escapó.
  
      Empieza a amanecer, estoy vivo otro día más, que White no haya intentado matarme durante la noche me tranquiliza algo.
     Hasta ahora mismo que al subir al piso de arriba no solo no hay nadie, sino que no hay rastro de que haya pasado alguien por aquí en años. Estoy solo, después de toda la vida acompañado, que filosófico. No es que me preocupe mucho, pero aun así me duele un poco, y me hace recordar mis sesiones de entrenamiento.
     Me preparo para salir a buscar a Aliena, pues es lo mejor que puedo hacer. La entrada vuelve a estar llena de henos, no debería entretenerme, pero si no lo hago probablemente tiraran la valla y este es un sitio demasiado bueno. Los cuerpos empiezan a acumularse a la entrada, pronto el olor será nauseabundo, tengo que buscar  un sitio donde llevarlos.

     Las cuatro horas que he pasado buscándola se me han hecho eternas, no hay nada que indique que ha estado aquí, he llegado hasta el precipicio del final del bosque, de ahí en adelante no creo que haya ido, descender en esa zona es imposible. Y la caída seria mortal, abajo solo hay piedras y árboles, no se ve mucho más.

     He vuelto a la casa, buscando algo para deshacerme de los henos, si hago una gran fogata con ellos, seguro que Aliena ve el fuego y viene. He encontrado un garaje en el otro extremo del patio, donde se ve que falta una moto de cuatro ruedas, el polvo que ha levantado indica que anoche se la llevo White.
     Cojo el remolque de las motos y echo encima los cádaveres, los cuales llevo muy lejos por si acaso algún seguidor de Nutt estuviera al acecho con helicópteros. El humo que se ha formado se debe ver por lo menos a diez kilómetros, más lejos no ha podido llegar, si no llega aquí por lo menos encontrara la casa, o eso quiero pensar.

     Estoy subido en un árbol, he tapado el todoterreno con ramas, solo me queda esperar.

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