viernes, 13 de mayo de 2016

En ninguna parte. (6)

     Nos hemos quedado dormidos, el sol ha salido totalmente, noto que hay alguien en la casa, que pasa por delante de la ventana, viendo solo la sombra de su figura, o sera mi imaginación. Porque no puede ser que Aliena este viva, cruzada de brazos mirándonos. Aunque no puedo ver su rostro por la luz, se que esta cabreada, tiene un cuchillo en la mano.
      Esto parece subrealista. Miro hacia abajo, y veo que tengo a White agarrada a mi, no me puedo levantar sin tirarla al suelo.

      -Muchas gracias por rescatarme, no es que no me gustara estar ahí fuera rodeada de muertos que quieren comerme- nos grita con tono sarcástico, que hace despertar a White de un salto. La cual como yo se queda con la boca abierta. - Precioso, y vosotros enrollándoos, claro que si- cabreada, parece estar buscando algo, no consigo reaccionar.

     -Estuvimos buscándote desde el primer momento y no aparecías- dice ya por fin White, levantandose del sofá y caminando hacia ella, pero Aliena no parece estar de acuerdo en que se acerque, pues levanta el cuchillo, por lo que White se para en seco -sabes que no somos tus enemigos- pero ella no parece creerlo, me mira con impotencia.
   
     Cuando Aliena se mueve, me da un vuelco al corazón al ver en que estado esta. Tiene toda la ropa rota, apenas le tapa el cuerpo; el cual esta ensangrentado, lleno de moretones y cicatrices. Lo a tenido que pasar horrible hasta llegar aquí. Solo espero que no la hayan mordido, pues es lo único que no tiene solución.
   
     Me levanto y no puedo evitar el ir hacia ella y abrazarla, necesito sentirla para saber que es real. Tanto que no me aparto al sentir el cuchillo en mi brazo. Noto el calor de la sangre, a ella soltando toda la tensión por un momento y abrazarme también llorando.

      -Todo va estar bien ahora, no te volveré a dejar marchar- le susurro en el pelo, se que es algo tonto dadas las circunstancias, pero se siente bien y eso es lo importante. Me olvido de todo, me imagino el mundo para nosotros solos.

     El sollozo de White nos hace despertar del momento, Aliena vuelve ha estar cabreada, me empuja para atrás hasta darme con la mesa, no entiendo el porque, saliendo por la puerta de la casa refunfuñando, White y yo la seguimos, y nos paramos en seco al ver a Nutt en persona, junto a una veintena de sus seguidores. De esta no salimos con vida. Solo se me ocurre meter a Aliena detrás de mi, la cual se deja sin reproches.

jueves, 12 de mayo de 2016

En ninguna parte. (5)

30 de junio 2014

     Habrá amanecido hace un par de horas. El día de ayer lo pase muy tranquilo, no salí de la casa por si alguien llegaba. Estuve recuperando fuerzas, creo que ya estoy perfectamente. Nunca se sabe. Es raro que me haya curado de esa enfermedad.

     No se que mas hacer. Esto es demasiado tranquilo, odio esta falsa calma. Me gustaría saber donde están Aliena y White.

1 de julio 2014

     Llevan horas pasando helicópteros por encima de la casa, pero no hay indicios de que la hayan visto, no veo movimiento fuera.
     He empezado a recorrer la casa de nuevo, pero no he encontrado nada extraño. Dormitorios sencillos, una sala de juegos, biblioteca.
     Me he visto en un espejo por primera vez, apenas reconozco a la persona de enfrente mía, la barba empieza a crecerme, y el pelo empieza a estar de su color natural. Ya no creo que me echen de ningún lado por el. Diría hasta que estoy engordando de no hacer nada.

2 de julio 2014

     Me planteo hasta que es una tontería seguir escribiendo este diario, moriré probablemente aquí, solo, o me suicide si llega el caso.
      No quiero volver a Alemania, no me espera nada allí, seguramente hayan muerto todos, o estén infectados, o muera en el camino. Estoy en fase de depresión, he pasado por la ira y la negación, no se que tocara después.
      Empieza a atardecer, otro día mas sin moverme siquiera del sillón nada más que para comer, he encontrado una psp y pronto gastare la batería, hasta entonces no pienso hacer nada. Creo que es aceptación esta fase, aceptar que estoy solo. Hoy ni se han sentido los helicópteros...

[Cerebro de Theb]

     ¿Qué narices ha sido eso? Ha sonado como una granada explotando, he saltado tan rápido del sofá que hasta me he mareado, estoy en muy baja forma.
     He cogido el rifle, se escuchan disparos a lo lejos y el ruido de motos. A lo lejos veo mucho polvo. Y a White peleando con muchos hombres al mismo tiempo, es una pelea que no puede ganar. Disparo a tres derribándolos, pero ahora soy objetivo suyo también, al menos White puede respirar un poco.
Antes de que puedan detectarme y llegar a mi, he acabado con otros dos, ya no la veo, cuando me acerco más veo que solo quedan tres hombres, rodeando un todo terreno, seguramente ella esta dentro. Intentan dispararme pero no saben donde estoy, acabo con ellos rápido, pero me parece demasiado fácil.
     Lo sabía, al abrir la puerta me ha saltado un tipo el doble de grande que yo con un cuchillo, deshacerme de el no va a ser tan fácil, menos ahora que no tengo el rifle, White esta tumbada dentro seguramente inscosciente. Me esta dando una paliza, lo noto en todos mis huesos, no creo que lo consiga. Estoy en el suelo encogido, el me da patadas. En un último esfuerzo lo tiro al suelo, con tanta suerte que cae por el precipicio. Dos veces no me pasa esto en la vida.
   
     Tengo que pensar bien que hacer, seguramente hayan perseguido a White hasta aquí, dando indicaciones a algún punto, antes de que amanezca me la llevare a Alemania, siento mucho que Aliena haya muerto, lo tengo asumido, no la volveré a ver más, mi mentalidad vuelve ha estar con el ejercito, no puedo dejarme tener sentimientos.
     Tiro el todoterreno y las motos por el precipicio, y me llevo a White a la casa, en un par de horas espero que despierte. La dejo en la cama de una de las habitaciones y vuelvo a mi sitio de siempre junto al fuego.

     Vuelvo a cargar el todoterreno con lo que queda a oscuras, ya es de noche completamente, pero si no lo hago ahora, puede que nos pillen desprevenidos. Estoy dando vueltas por el salón, escucho pasos bajando por la escalera, por la que aparece White con cara confundida. Nos sentamos juntos a contemplar el fuego en silencio, se que esta agradecida, pero no dirá nada.
      Es algo extraño esta situación, hace unos días la hubiera matado, ahora mirándola despacio me doy cuenta que no es más que una niña asustada, de no más edad que Aliena, me da un pinchazo en la boca del estomago al recordarla, se que es cruel pensarlo, pero preferiría que fuera ella la que estuviera viva aquí. White esta encogida, veo que lágrimas bajan por sus mejillas, mi única forma de consolarla es pasar un brazo por encima.

      Me he desvelado varias veces, pero aún sigue estando el cielo totalmente negro, White se ha dormido con la cabeza encima de mis piernas y el calor del fuego me hace sentirme atontado. Pienso en Aliena, en si fuera otra situación, en otra época. Y realmente me duele que este muerta, como si me faltara algo, como esa muerte que tuve que soportar en la infancia y se que me seguirá doliendo por años al recordarlo. Me ahogo solo de pensarlo, ese dolor que sube por el pecho, apunto de llorar. Va a ser una noche difícil. Han pasado cuatro días, no va ha aparecer. Es inútil darle vueltas, pero no puedo. Solo me queda su pequeña mochila.

sábado, 7 de mayo de 2016

En ninguna parte. (4)



29 de junio de 2014

     Soy Theb. Y esta es la primera vez que escribo en un diario. Me recuerda a una sesión de alcohólicos anónimos esa frase. Me centro. No quiero darme por vencido, pero Aliena no aparece, White sigue sin dar señales de vida, escribir esto me mantiene más o menos con cordura.


      Son las cuatro de la mañana, la luna ilumina todos los árboles, pero en la casa apenas hay luz. Tengo atrancadas las puertas de entrada. Estoy en el sillón de siempre. Pensando cómo empezar a contar todo lo que ha pasado esta tarde. Con más armas cargadas a mi alrededor de las que podría usar. Y no me parecen suficientes.

      Después de quedarme en el árbol, estaba tan cansado que me he quedado dormido un par de horas, más henos han llegado en ese tiempo, pero gracias a la altura no han podido tocarme, aunque me ha costado deshacerme de ellos. He tenido que bajarme para poder coger las armas del todoterreno, cuando un heno ha salido de debajo del coche y me ha mordido la bota, eso va a ser lo que me salve esta vez.
      Los cuerpos han seguido ardiendo durante horas, lo que ha generado tanto humo que ha hecho llegar uno de los helicópteros de Nutt, con cinco de sus seguidores, pero dado a un fallo suyo y un disparo al piloto con uno de los rifles, ha hecho que se estrellen justo en medio del fuego. He tenido que asegurarme que estén muertos, solo espero que no hayan podido darles indicaciones a nadie de donde estaban, aunque haya cogido el chip del GPS y llevado muy lejos, cualquier precaución es poca. 

      Al caer el helicóptero ha arrancado demasiadas ramas, y el claro de la fogata era demasiado grande para intentar taparla, aún así lo hecho lo mejor que he podido. Si llegan más de esos fanáticos y pasan justo por encima acabaran dando con este sitio. Y lo destrozaran hasta los cimientos. Por un lado, quiero irme de aquí, pero no sé a dónde ir, también mantengo la esperanza de que alguna de las dos aparezca.

viernes, 29 de abril de 2016

En ninguna parte. (3)

 [Cerebro de Theb]

     Ya son las dos de la mañana, no hemos encontrado a Aliena, al final White ha salido a buscarla conmigo. No hemos hablado en todo el tiempo, pero si nos hemos ayudado mutuamente a matar henos. Es más fácil llamarlos así.
     Parece que la estancia en este sitio será prolongada por lo visto. White ha sacado toda la comida del coche y la ha dispuesto sobre la mesa de la cocina, yo solo me he sentado en un pequeño sillón frente a la chimenea, la cual he encendido.
     Estoy mirando la mochila de Aliena con nostalgia, creo que la echo de menos, o será el hecho de que no voy a poder entregarla en Alemania. Sea como sea, la tengo al lado, pero no consigo abrirla.
     White me ofrece comida y se va al piso de arriba, donde supongo estará su habitación o algo parecido. No tengo intención de moverme por si escucho cualquier ruido fuera. Me avergüenzo de no poder estar ahí buscándola. Pero físicamente no estoy del todo recuperado.

     Son las cinco, solo hay un silencio inquietante más allá del cristal, dentro el crujido de las brasas. Solo puedo pensar en ella. Aún faltan horas para que amanezca, quiero salir ya, y sé que es un suicidio, pero ella tiene que estar en peores condiciones, me duele solo pensarlo.
     Dentro de la mochila me encuentro con sus dichosos cuadernos, no puedo resistirme a abrir uno de ellos. No me había dado cuenta que estabamos casi en Julio, siento una punzada en el estómago, no debería estar leyendo esto, pero el hacerlo me está descubriendo que esta chica no es Aliena o realmente se le ha borrado la memoria, no sabe nada de nada, sea como sea, no es para nada la descripción psicológica de los informes. Aunque las fotos y los videos si lo sea; hay muchos datos que no me cuadran, como llego a España tan rápido y como se escapó.
  
      Empieza a amanecer, estoy vivo otro día más, que White no haya intentado matarme durante la noche me tranquiliza algo.
     Hasta ahora mismo que al subir al piso de arriba no solo no hay nadie, sino que no hay rastro de que haya pasado alguien por aquí en años. Estoy solo, después de toda la vida acompañado, que filosófico. No es que me preocupe mucho, pero aun así me duele un poco, y me hace recordar mis sesiones de entrenamiento.
     Me preparo para salir a buscar a Aliena, pues es lo mejor que puedo hacer. La entrada vuelve a estar llena de henos, no debería entretenerme, pero si no lo hago probablemente tiraran la valla y este es un sitio demasiado bueno. Los cuerpos empiezan a acumularse a la entrada, pronto el olor será nauseabundo, tengo que buscar  un sitio donde llevarlos.

     Las cuatro horas que he pasado buscándola se me han hecho eternas, no hay nada que indique que ha estado aquí, he llegado hasta el precipicio del final del bosque, de ahí en adelante no creo que haya ido, descender en esa zona es imposible. Y la caída seria mortal, abajo solo hay piedras y árboles, no se ve mucho más.

     He vuelto a la casa, buscando algo para deshacerme de los henos, si hago una gran fogata con ellos, seguro que Aliena ve el fuego y viene. He encontrado un garaje en el otro extremo del patio, donde se ve que falta una moto de cuatro ruedas, el polvo que ha levantado indica que anoche se la llevo White.
     Cojo el remolque de las motos y echo encima los cádaveres, los cuales llevo muy lejos por si acaso algún seguidor de Nutt estuviera al acecho con helicópteros. El humo que se ha formado se debe ver por lo menos a diez kilómetros, más lejos no ha podido llegar, si no llega aquí por lo menos encontrara la casa, o eso quiero pensar.

     Estoy subido en un árbol, he tapado el todoterreno con ramas, solo me queda esperar.

martes, 26 de abril de 2016

En ninguna parte. (2)



[Cerebro de Theb]

      - ¿Dónde se ha metido, tú la ves? - me grita histérica White, miro para todas las direcciones, pero solo hay henos, esto es el fin, no podemos seguir sin ella. -pásame esos libros- lo hago y al momento me arrepiento, los está prendiendo fuego y tirándolos por la ventanilla, aunque hace efecto. Tenemos que largarnos de aquí, no podemos bajarnos a buscarla, sería un suicidio, tampoco es que yo decida, White ya ha acelerado, y avanza sin mirar atrás, a mí solo se me ocurre seguir dejando los libros por el camino.
      Ahora estoy en el asiento de delante, llevamos unos diez minutos en silencio, y me he quedado sin libros. White está aún más cabreada que antes, llegamos a unas grandes puertas de hierro, se baja con el coche en marcha y las abre fácilmente, no me había fijado en el juego de llaves que tenía en la mano. Por dentro hay una gran casa de madera antigua, que ocupa casi todo el terreno que no está inundado por la maleza, aunque hay enredaderas ya en el tejado, y los árboles son tan grandes que ocultan la casa desde fuera. Sigo a White dentro de la casa, y es tal como te pues imaginar una casa de campo antigua, mires donde mires, madera.
     La sigo por una puerta, que debe ser la del sótano, ya que bajamos tanto, que no se ve el final. Hay otra puerta, y una habitación grande de piedra, me fascinan las cosas así, pero cuando entro lo hace aún más el hecho de que toda la pared este llena de armas; desde ballestas y cuchillos, hasta granadas y armas que solo ves en el ejército. Ahora sí que empiezo a preocuparme de verdad, no sé quién será esta chica, o peor quien será su familia y si volverá.

     -Voy a volver a buscarla, no hace falta que me acompañes, pero me gustaría que me dejaras alguna de esas armas- le digo, y aunque apenas me mira, sé que le da igual lo que haga, ella también está cargando armas en las mochilas y cinturones tácticos.
      Ambos giramos al mismo tiempo en dirección a la puerta, cuando un sonoro golpe se escucha a fuera, no puedo creer que hayan llegado tan lejos los henos persiguiéndonos, pero por lo menos ahora podemos defendernos, echamos a correr escaleras arriba, un grupo se ha enganchado a la valla y parece que la tiren en cualquier momento. White no se lo piensa mucho y empieza a disparar con una escopeta, lo que pienso que va a atraer más henos. Yo he cogido una de las ballestas.
     Pronto se acaba la pelea si se la puede llamar así, quedan pocas horas de día y hay que buscar a Aliena, si no ha muerto ya.

[Cerebro de Elena]

     Diario de Elena, matare a esos dos si los encuentro, está anocheciendo y estoy sola y sin comida en mitad de un bosque, en el que probablemente muera. Si eso pondré en mi diario, si lo vuelvo a recuperar. Escucho los gruñidos a lo lejos, quiero pensar que solo son lobos, que tampoco ayudaría mucho, pero algo más me tranquiliza.
     Estoy cansada ya de correr, en cualquier momento me doy por vencida, y dejo que me atrapen. No se cuánto llevare huyendo, me duelen las piernas, el estómago me gruñe como si quisiera salir de dentro de mí, una desesperación ocupa parte de mi cabeza a punto de llorar. Me han agarrado dos veces, y he tenido mucha suerte al poder deshacerme de ellos a base de patadas, pero creo que cada vez son más, y me están alcanzando, ellos no se cansan, no pueden morir de agotamiento. 

     El cielo esta negro totalmente, estoy en pánico, siento sus manos frías y el hedor rozándome, ya no se ni hacía donde corro, no puedo con mis piernas. Acabo de tropezar, y ruedo ladera abajo, estoy tan cansada que apenas me duele, un calor recorre mi cabeza, los ojos se me cierran, me dejo llevar.

lunes, 25 de abril de 2016

En ninguna parte.



     El camino de tierra por el que vamos apenas tiene espacio para un coche, pero no creo que sea motivo de preocupación ahora mismo. El follaje verde intenso se extiende más allá de donde yo puedo ver, me recuerda al “viaje de chihiro” o algo así, podría realmente disfrutarlo si no fuera por los gruñidos que se escuchan a pesar del ruido del motor.
     White sigue cabreada, ha cogido un disco de la guantera y lo ha puesto, que suerte, High way to hell, será algún tipo de indirecta, pero parece calmarla. Theb se mueve atrás como en un sueño, y solloza de vez en cuando pero no parece que este mal.
     El camino parece cortado, el agua del mar ha subido y ha arrastrado un tronco impidiendo cruzar, nos miramos un segundo decidiendo que hacer, o eso pensaba hasta que ella, de un golpe en la cabeza a Theb, lo despierta.
     -Arriba marqués, tienes trabajo- ha sido demasiado brusco hasta para mí, pero prefiero que vaya él.

[Cerebro de Theb]

     Estoy vivo, en un coche, con Aliena y una seguidora de Nutt. No me creo que este vivo con este par de locas, realmente el mundo está al revés. O quizá nos esté llevando a la muerte y solo está prolongando mi agonía.
     Casi a rastras salgo del coche, ellas no tienen intención ninguna de moverse, no sé qué pretenden que haga, mover el árbol yo solo, seguro que antes me comen o peor me quedo atrapado entre la maleza. Intento hacer palanca con una rama grande, pero este árbol llevará meses incrustado en el camino, odio pensarlo, pero sea donde vayamos habrá que seguir andando, o dar la vuelta.
      Me estoy planteando por un momento salir corriendo, y dejarlas a las dos en el coche ahora que están distraídas, pero son capaces de perseguirme, y todavía no estoy recuperado del todo para poder con las dos.
      Abro la puerta y me vuelvo a montar en la parte de atrás cansado, ambas me miran, solo White con odio, Aliena parece que lo esté pasando bien, a veces parece que no se dé cuenta de lo que pasa alrededor. Se acaba de bajar del coche, tan tranquila sin mirar siquiera si puede estar en peligro. Me doy la vuelta al ver que está en el maletero con medio cuerpo metida, no me lo puedo creer, ha llenado el maletero de provisiones, me empieza a dar libros para hacer espacio tantos que el asiento de al lado mío no le caben más.
     - ¿Para qué demonios necesitas tantos libros? - pregunta White a Aliena, que se ha bajado también del coche a ver que hacía detrás. Esta solo la ha mirado de mala gana sacando una cuerda.

[Cerebro de Elena]     
      Vaya compañía que tengo, no son capaces ni de quitar un maldito árbol de mitad de un camino, y encima la rubia tonta que para que quiero tantos libros, si los utilizara más a menudo alomejor no lo preguntaba. Haber si por lo menos saben que significa que ate la cuerda a una de las ramas del árbol. Y pensar que podemos ser de los últimos en el planeta, menuda decepción, y si puede que me haya enfadado más de la cuenta por lo de los libros, pero me estresan.
      Siguen mirándome mientras ato el otro extremo al coche, White ha vuelto a montar al coche y si, hemos conseguido mover el tronco, pero el ruido que ha habido a cambio me temo que lo vamos a pagar caro.
      -Corre- en el momento en el que Theb grita, empiezan a salir henos por todos lados, no puedo llegar hasta el coche, no me queda otra que correr hacia dentro del bosque. Escucho a lo lejos el rugido del todoterreno aplastando y golpeando. Pero no puedo volver, me persiguen cuatro henos, y nada para defenderme.