Viernes, 6 de Junio de 2014
O eso pone en mi móvil.
Se me hace raro escribir, realmente no sé por qué lo hago, no creo ni que nadie lo lea realmente, pero aún así lo haré para poder recordar y que no se me escape nada.
Hace unas horas he amanecido en el bosque, casi enterrada bajo los grandes arbustos que se han ido apoderando de todo, no entiendo que me ha pasado, lo último que recuerdo es salir de mi casa, luego flash. Tengo la ropa en perfectas condiciones, como si nunca hubiera salido. He venido corriendo a mi casa, y no solo no había nadie, todas las casas estaban selladas con maderas y chapas por puertas y ventanas, hierba creciendo libre por todos lados. He cargado el móvil, pero no hay cobertura, la televisión tampoco funciona. Esta todo abandonado, como si llevaran meses sin estar aquí, hoy si que tengo miedo, realmente.
Ha sido el apocalipsis y yo estaba perdida, seguro, o un ataque zombi, seguro que fue la enfermedad esa que dijeron en Enero, se extendió, o los aliens. Lo que si se, es que no me puedo quedar aquí sin hacer nada.
He hecho una lista de todo lo que puedo llevar en mi mochila; linterna, mechero, spray pequeño, cuerda y el bate de béisbol de mi hermano. Para hacer un reconocimiento del pueblo, no quiero llevar mucho peso por si tengo que salir corriendo, lo de los zombis no lo descarto en ningún momento, y solo tengo como vehículo mi bicicleta, no hay un solo coche en la calle. Bueno, me deseo suerte a mi misma. Me rió, por no llorar, pero al mirarme al espejo me acuerdo de la película Resident Evil, pero en deportivas, y espero que sin muertos andantes.
Bien, estoy viva, que es lo principal.
Bien, estoy viva, que es lo principal.
No había nadie por ningún lado, he sido capaz de encontrar un coche, no tengo carnet, pero tampoco hay nadie que me vaya a detener; lo habían abandonado con llaves y todo, ha sido un momento suerte, encima es un todoterreno que entran más cosas, he ido a la gasolinera y he llenado el coche y garrafas, quien sabe para que me hagan falta. También he estado en el supermercado, estaba todo abierto, cosas tiradas por los suelos rotas, estanterías vacías, sangre... hubo un caos espantoso por lo visto.
Adentrándome en el centro del pueblo, veo carteles pegados por todos lados, de que una enfermedad se esta expandiendo rápidamente por el mundo, llamada SispilaC.O.P.A. Ósea que mi teoría es en casi seis meses ha cundido el pánico y la gente se ha marchado, dejando todo como estaba, pero la pregunta es ¿a dónde?
En la plaza del ayuntamiento tenían una gran pantalla, y dentro una radio antigua conectada a unos grandes altavoces, me la he traído a casa porque me ha parecido escuchar algo, mis paranoias de nuevo, al menos estoy entretenida dándole vueltas a la ruedecita.
Ya es tarde, se ha hecho de noche. He metido el todoterreno en el garaje, y cerrado las puertas con llave, aunque no se que puedo temer de un pueblo fantasma. Estoy tumbada en la cama pensando en que voy ha hacer a partir de ahora, tengo agua y luz, pero no se hasta cuando, y comida creo que podre subsistir a base de pasta y arroz. Podría hacer lo que quisiera, tener lo que quisiera, dentro de lo que este pueblo ofrece claro. No sé, voy a intentar dormir un rato, y mañana espero ver las ideas más claras.
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