Sábado, 4 de Enero 2014
No tengo nada de ganas de estar despierta, no merece ni la pena. No tengo nada que hacer ni nada por lo que me apetezca vivir. Pero esta casa parece de locos y no me queda otra que levantarme de la cama y desayunar.
Anoche hubo una tormenta horrible, arranco todos los arboles del patio y llovió como si no fuera ha haber un mañana. Los bomberos estuvieron trabajando hasta esta madrugada. Medio pueblo esta devastado, pero eso no quita que las señoras puedan quejarse por las calles quien lo paso peor.
Lo que veo desde mi balcón no es nada bueno, el cielo esta negro como si todavía no hubiera acabado, parece un pueblo fantasma, hoy no creo que salga.
Alguien dice por twitter que se acerca el fin del mundo, y la gente se vuelve loca, yo solo tengo sueño.
Me he quedado durmiendo al final, y ya es medio día, alzo la persiana para que entrara luz, pero no solo no entra, sino que tampoco tengo cristal. La tormenta ha continuado mientras yo dormía y ni me he enterado. Acabo de recorrer la casa, y no se donde están todos, esto parece una pesadilla. No hay luz, ni cobertura, lo admito, tengo algo de miedo. Lo más sensato es recoger todas las velas de la casa y traérmelas a la habitación, o eso pienso.
He bajado todas las persianas, de todos modos no va a entrar luz, cerrado la puerta de mi cuarto, y encendido un par de velas. Estoy acobijada debajo de las mantas de mi cama con una caja de galletas y zumo.
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