Martes, 7 de Enero 2014.
Día de reyes, pasados por agua. No ha llegado a inundar los regalos ni el árbol de milagro. Porque vivimos en alto. Pero si toda la cochera, el mejor regalo en este caso; cepillo y bomba para sacar el agua. Quién diría que este día me levantaría tan temprano, y no para pasarlo bien exactamente. Se me ha quitado las ganas de todo.
He tenido un sueño muy raro, estaba en medio del bosque de al lado de casa, y había gente corriendo de un lado a otro, haciendo fogatas, y bailando al rededor. O tengo un subconsciente muy extraño, o tengo que dejar de ver tantas películas. Lo único normal ha sido soñar con el agua, que ya es un inquilino más en esta sociedad.
Empiezo a preocuparme, lo de las desapariciones parece ir enserio, dos de mis vecinos han desaparecido, y hay unas marcas fluorescentes en la puerta de sus casas, pero parece que nadie se da cuenta de ello. Hay una conspiración, lo sé. Son las ocho de la tarde, y no hay una sola farola encendida, las calles están a oscuras, estoy con medio cuerpo en el balcón, y se escuchan a personas caminar, quien en su santo juicio sale a pasear en estas condiciones, y sin luces, me estoy asomando más, creo que estoy viendo a dos personas con unos trajes como de astronautas, hoy he tomado demasiado café.
He ido corriendo al balcón del salón para tener mejor percepción, y estoy como asustada, pero sin el como, ya no sé lo que es real y lo que no. Estaba intentando asomarme más cuando algo me ha tirado para atrás golpeándome fuertemente la cabeza, las luces se han encendido de repente cegándome, y no solo no había nadie en la calle, sino que había luz en casa de los vecinos. He ido corriendo a contárselo a mi hermano, pero como siempre cree que son imaginaciones mías, que el golpe me ha afectado, que soy tan patosa que me he resbalado con el agua. Puede que sea eso, no lo sé, me encuentro muy mal, me voy a la cama.
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